Alberione y la Biblia
Se puede decir que en Alberione hay una relación íntima entre vocación y Palabra de Dios, La luz que le pareció ver en el sagrario en la noche de separación de los siglos, se inspiraba en un texto del evangelio: “vengan a mí todos”
Este germen se va a desarrollar lenta, pero firmemente a lo largo de toda su vida. Mencionamos más arriba los ‘paradigmas” para definir las diversas etapas en la relación Iglesia-Escritura de los últimos cien años. Ahora los veremos en la vida y praxis del P. Alberione: trataremos de percibir cómo él vivió las diversas etapas que la Iglesia transitó en el último siglo.
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Este recorrido, si bien no puede ser ubicado en una sola recta lineal de tiempo, puede graficarnos el caminar de la SOCIEDAD SAN PABLO y de Familia Paulina en conjunto, y qué criterio nos deja para continuar la tarea.
El periodo inicial; que va de los años fundacionales hasta 1933, se caracteriza por el “apostolado bíblico”. El esfuerzo fundamental, que se concentra en las traducciones y la impresión y difusión del texto de la Biblia. Con todo lo novedoso que significa, tiene más bien un carácter más apologético.
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Alberione en esta etapa, promueve una nueva traducción de la Vulgata y lleva adelante muchas iniciativas en esta línea, todo un despertar bíblico. Se puede tomar el libro “Leed las Sagradas Escrituras” (1933) como una síntesis de su pensar y actuar de este ciclo. Se puede mencionar que este período, culmina con un sentido misionero de universalidad: las nuevas fundaciones desde 1931 en adelante, están guiadas por “llevar la Palabra a todos”
El segundo período, que va desde 1933 a 1950, está marcado por la II Guerra Mundial. En Europa hay una sensación de desintegración, y la Iglesia abandona la postura defensiva en pos de una predicación más bien kerigmática, de anuncio..
Este período caracterizado por la introducción más específica de la Biblia en la catequesis y en la liturgia, ve también en el las iglesias reformadas un cambio. En 1946 se agrupan las diversas Sociedades Bíblicas Evangélicas, y nacen las SBU.
A la universalidad del primer período de Alberione lo acompaña ahora el sentido de massmedialidad (apertura hacia la radio, cine, etc.). Vivida como una continuación entre la Palabra predicada y la escrita, este giro marca algo de lo específico de su intuición carismática: la palabra es amplificada en los diversos medios y formas que la tecnología aporta.
En las nueva fundaciones, se registra un fuerte incremento de la impresión y difusión de Biblias y del NT, que son celebradas con alegría por el P. Alberione y su entorno.
El tercer período va del año 1951 a 1971. Se vive un fuerte deseo de renovación dentro de la Iglesia (CVII) y una revolución en el ámbito socio-cultural. En el mundo de las comunicaciones aparecen los satélites interestelares, algo inimaginable hasta ese momento y que cambiarían para siempre el intercambio planetario. En el ámbito intelectual se plantea la cuestión entre técnica y humanismo.
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En la Iglesia es el tiempo de la “pastoral bíblica”, una pastoral más entre otras, se desarrollan los grupos de reflexión, y en A.L. especialmente nacen y crecen las CEBs.
En estos años Alberione habla de integralidad: ‘una Biblia llena de catecismo y liturgia, una liturgia llena de evangelio y catecismo, un catecismo lleno de evangelio y de liturgia‘ (CISP p. 599). Promueve las traducciones de los originales en hebreo y griego, con notas ‘pastorales’ (P. Robaldo). La pastoralidad es entendida como accesibilidad de la gente al texto y a su comprensión, en una visión integral.
En esta etapa final de su vida, Alberione retoma el proyecto de sus años juveniles: la reunificación de todas las ciencias (cfr. AD 199).
Oraciones del
P. Alberione
Antes y después de leer la Biblia
ANTES DE LEER LA BIBLIA
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Oh Jesús, nuestro Maestro, que eres el Camino, la Verdad y la Vida, haz que aprendamos la súper eminente ciencia de tu caridad según el espíritu de san Pablo apóstol y de la Iglesia.
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Envía tu Espíritu Santo para que nos enseñe y nos sugiera lo que enseñaste con el beneplácito del Padre.
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Oh Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, ten piedad de nosotros.
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DESPUÉS DE LEER LA BIBLIA
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Divino Maestro Jesús, tú tienes palabras de vida eterna.
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Yo creo, Señor y Verdad, pero aumenta mi fe.
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Yo amo, Señor y Camino, con todas mis fuerzas, pues has mandado observar con perfección tus mandamientos.
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A ti, oh Señor y Vida, dirijo mi corazón, te aodor, te alabo, te suplico y te agradezco.